Volví a soñar con Nita. . . Volví a soñar que la tenía en mis brazos, que no se quería alejar, me rogaba por no abandonarla sola en la cama.
Cuando iba a cerrar los ojos para seguir durmiendo con ella, me desperté.
Y ahora estoy pensando de nuevo,
Y de nuevo, aquel sueño.

No podré dormir a su lado en un sueño, debo de lograrlo físicamente.

Recordar su cuello. . .
Su cintura. . .
Y su voz. . .

Necesito. . .

Tomo la sábanas de un jalón.

Necesito despejar mi mente.

Camino por las calles alejadas de las principales por el Starr Park, algún lugar al donde podre estar distraído. . . ¡El restaurante de sushi de Kenji! Es un brawler seminuevo, SUPERCELL se le esta dando por sacar muchos brawlers. . . pero es bastante cálido por lo que he escuchado en las reseñas del parque.

—Sandy, que tal muchacho ¿Que vas a querer?

—Un mar y tierra por favor.

—¡A la orden!

Espero pacientemente mi pedido mientras que escuchaba los murmullos de la gente, cuchicheando sobre mi presencia.

—Me podría dar un autógrafo, ¡Usted es mi main!
Una niña de menos de 14 años, un poco más baja que yo. Me entrega una libreta junto con una pluma.

—Claro.
Tomo la libreta rozando nuestras manos, pero me muestro indiferente a comparación de ella, que es notable lo nerviosa y sonrojada que está.

Pensar que cuando hago contacto con personas de mi edad, lindas, no lo voy a negar, no siento nada, estoy sereno. Me da igual. Pero hay algo con Nita, algo especialmente en ella, que me hace sentir tan. . . No sé. . .

¿Uh? Observó la libreta con mi firma en grande y un corazón al lado. Me asombro al instante. Pero la joven me arrebata la libreta y no disimula su sonrisa.

Dios mío.

—¡M-muchas gracias, Sandy!

—Si. . . No hay problema.

Se supone que vine a despejar mi mente, y terminé pensando en ella de nuevo.

—¡Sandy!, ¿y eso que estás aquí?

Bibi me habla mientras se acerca a mi.

—Solo. . . A pasar el rato.

Bibi empieza a jugar con mis orejas de gato, como siempre lo ha hecho.

—Pues vas a tener que pedir rápido, por que vamos a cerrar más temprano de lo normal

—Acabó de comer con Kenji, tampoco quiero pedir algo. . . Solo vengo a despejar mi mente.

Bibi se sienta al lado mío, posando su mano en su quijada a su vez que me observa, sospechando algo más.

—¿Qué pasó?

Suspiro hondo, es inevitable esto.

—Si alguien te daño, ten por seguro que mi bate le dará una paliza.

—No, no. . .
Dudo por una fracción de segundo, replanteándome si es buena idea o no contarle sobre el problema qué hay en el equipo.

—En tu equipo. . . Son crow y Bull ¿no?

—¡Esto no es sobre mi equipo, Sandy!
Jala de mi mejilla, bufando fastidiada. Apartó su mano lentamente, soltando mi cachete.

—Ya, ya. . . Hay problemas en mi equipo. . . Estoy junto con Leon y Nita, su hermana menor. Pero últimamente. . .

Nos quedamos en silencio. No puedo decir que no entrenamos, por que si entrenamos, tampoco puedo decir que estoy peleado con Leon, por que en persona me trata como su amigo. Y Nita. . . ella es especial.

—¿Últimamente. . .?

—No ya nada.

—¡Noo!
Bibi me sacude con violencia.
—Ya estas contando, ¡termina!

Uhhhh, piensa rápido, pon una excusa rápida.

Nita.

—¡Me gusta-!

Bibi para en seco.

Expectante de lo siguiente que diré.

—M-m-me, me gusta alguien. . .

Nita.
Nita.
Nita

—¿Quién?

Aparto mi cabeza, todo sonrojado y caliente, me encojo en mi lugar, pero Bibi no me lo permite, toma de mis mejillas obligándome a verla mientras confieso mis pensamientos.

Trago seco.

—A-alguien.

Bibi me tira contra el sofá soltando aire aterrador, sacando su bate de la espalda.

—. . . El señor bate disfrutará golpearte

!!!